El buque ha llegado hacia las 11.15 de esta mañana de miércoles a la costa catalana tras cuatro días de travesía en el Mediterráneo
Finaliza así el rescate realizado por el buque de la ONG ‘Proactiva Open Arms’ en una operación iniciada el pasado 30 de junio cuando 60 migrantes de hasta 14 nacionalidades distintas eran localizados en situación de peligro en aguas libias. El barco se dirigía desde ese momento al puerto de Barcelona con el permiso del Gobierno español y tras la negativa del gobierno italiano ante la petición de atracar en sus puertos, más cercanos al lugar del rescate.
La travesía ha sido relativamente tranquila en comparación con otras realizadas con anterioridad, pero aún así, las condiciones del barco de Open Arms no están preparadas para travesías de cuatro días de duración, por lo que sus ocupantes han tenido que dormir en la cubierta arropados por mantas, alimentándose a base de pasta de arroz.
Ricardo Gatti, capitán del velero que acompaña al Open Arms advierte de la escasa preparación del navío para este tipo de travesías de larga duración, «la ley determina que tras un rescate hay que ir al puerto seguro más cercano. Navegar 750 millas náuticas para llegar a puerto es insostenible. Son cuatro días en lugar de uno».
Antes del desembarco los médicos de Sanidad Exterior se encargarán de comprobar el estado de salud de los migrantes e identificar posibles indicios de enfermedades contagiosas.
Para su recepción colaboran ya en un dispositivo el Gobierno central, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cruz Roja, en un procedimiento similar al llevado a cabo para la recepción del buque Aquarius en la costa valenciana hace dos semanas.






