En el área de la estética, los injertos capilares han avanzado exponencialmente durante los últimos años. Se trata de técnicas cada vez más sofisticadas para recuperar el cabello perdido
La generalidad de las personas ya no cree en los milagrosos crecepelos, sino en la ciencia que hace posible repoblar de cabello sano y vivo, áreas del cuero cabelludo tomadas por la alopecia.
Ahora bien, muchos de estos ciudadanos se preguntan dónde realizarse los tratamientos. Hay tantas clínicas que resulta difícil tomar la decisión. Los especialistas indican que hay que evitar los tratamientos low cost, ya que en muchos casos no dan buenos resultados.
El ciudadano que desee el injerto, deberá informarse sobre la reputación de la clínica de implantes de pelo. Deberá informarse sobre qué tipo de material se emplea y cómo serán las condiciones generales de su intervención.
En las clínicas más avanzadas, pueden lograrse injertos FUE o FUSS. La técnica más utilizada en la actualidad es la FUE (Extracción de Unidad Folicular). Las razones de su éxito radican en que es mínimamente invasiva, indolora y no deja huellas (como puedan ser cicatrices).
Algo importante es saber si la persona que quiere someterse al tratamiento, es paciente idóneo. Las mejores clínicas de injerto capilar tienen una característica primordial: siempre informan a los pacientes directamente, sin rodeos ni mucho menos falsedades.
Los profesionales son conscientes de que muchas personas con alopecia están ilusionadas en los microinjertos. Sin embargo, puede que no sean buenas candidatas.
Antes de viajar a otros países, de ponerse en manos de cualquier clínica que se anuncie en la Red o en cualquier medio de comunicación, es necesario informarse exhaustivamente sobre el personal y lo factores antes mencionados. Si se ‘cae en buenas manos’, muy posiblemente se verán satisfechos los deseos.
Se obtendrá un nuevo aspecto a partir de la implantación de cabello por método FUE o FUSS, un cabello que crecerá de modo natural. La realización de las intervenciones deberá darse mediante microbisturís, microscopios electrónicos y el instrumental más actualizado.
Fuente Comunicae