El CGCFE se une al Día Mundial de la Neumonía (12 de noviembre) y al Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (14 de noviembre), alertando sobre el incremento de afecciones respiratorias y recordando la importancia de la fisioterapia para prevenir, tratar y estabilizar estas enfermedades
En la semana en la que se celebran dos importantes efemérides sobre las enfermedades pulmonares, como son la Neumonía y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el CGCFE (Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España), recuerda que las alteraciones del sistema toracopulmonar están incrementándose debido a diversos factores, especialmente los hábitos insalubres y la contaminación. Este hecho provoca un elevado coste social y económico.
La Fisioterapia Respiratoria proporciona una variedad de técnicas de prevención y tratamiento para las enfermedades del sistema respiratorio, en cualquier edad, ya que moviliza las secreciones de las vías respiratorias y mejora la ventilación pulmonar, aportando calidad de vida a las personas afectadas por este tipo de patologías.
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda, que afecta a los pulmones y que puede estar provocada por diversos microorganismos como bacterias, virus y hongos. La celebración de su día mundial, que se estableció en 2009, intenta sensibilizar a la sociedad sobre este problema de salud pública, que tiene especial incidencia en los niños, provocando altos índices de mortalidad infantil, así como en adultos mayores de 65 años.
La prevención es una de las principales armas para luchar contra esta enfermedad, incluyendo acciones como la vacunación, una buena higiene en el día a día, eliminar hábitos nocivos como el tabaquismo y mantener un modo de vida saludable que incluya el ejercicio, un descanso suficiente y una dieta sana y equilibrada, con el objetivo de conseguir que el organismo y el sistema inmunitario estén fuertes.
Por su parte la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es una enfermedad caracterizada por la obstrucción de las vías aéreas, lo que provoca disnea o sensación de falta de aire al respirar, tos crónica y frecuentes infecciones respiratorias, asociándose a la bronquitis crónica y al enfisema pulmonar. El factor de riesgo más importante es el tabaquismo, además de la contaminación ambiental y circunstancias más específicas asociadas a ciertas profesiones, como puede ser la inhalación de partículas de polvo y el trabajo con sustancias químicas.
También se deben destacar los beneficios de la fisioterapia respiratoria, como es la de mejorar la ventilación pulmonar, ayudar a drenar y expulsar las secreciones y prevenir la aparición de enfermedades respiratorias de carácter infeccioso. Igualmente se debe incidir en mejorar el estado físico general del paciente mediante la realización de ejercicio terapéutico suave y siempre adecuada a las características de cada persona y de su grado de tolerancia al ejercicio, y al estadio en el que se encuentre la enfermedad.
Fuente Comunicae