Ariane Legarra, de Alsasua y recién graduada en Diseño (Mención en Producto) por la Universidad de Navarra, culminó sus estudios con matrícula de honor en su trabajo de fin de grado (TFG), Bao, un refugio artificial para nóctulos medianos (Nyctalus noctula), una especie de murciélago que habita en Pamplona. “Se trata de una especie vulnerable que, pese a estar distribuida por gran parte de Eurasia, sus menciones en España son limitadas y, concretamente, en Pamplona se encuentra la colonia más grande. Por eso, este proyecto nace en respuesta a la escasez de refugios naturales a la que se enfrentan”, explica Ariane.
La idea de su TFG fue propuesta por sus tutores Enrique Baquero Martín y José Manuel Cabrero Ballarín, profesores de la Facultad de Ciencias y de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad, respectivamente. “Vieron que era una buena oportunidad para desarrollar un producto que, además de ofrecer alternativas de refugio a los murciélagos, funcionase como un elemento singular que sirviera para impactar en la divulgación de la necesidad de un grupo animal clave en el control de insectos perjudiciales. Me pareció una iniciativa muy interesante y bonita y decidí llevarla a cabo”, comenta la diseñadora.
La recién graduada en Diseño asegura que lo más gratificante del proyecto ha sido descubrir la labor de los murciélagos y tratar de mejorar su calidad de vida. “Desarrollarlo me ha ayudado a darme cuenta de la gran interdisciplinaridad del diseño. Como bien explican nuestros profesores, se trata de una carrera que sirve como puente, conectando a gente de diferentes disciplinas. Ha sido muy interesante trabajar con personas con puntos de vista externos al mundo del diseño, ya que me han permitido desarrollar un producto que puede llegar a funcionar en la realidad. Además, estoy muy contenta de haber podido crear un proyecto destinado a proteger a una especie en peligro que convive tan cerca de nosotros”, asegura Ariane.
Un ‘hogar’ con impresión 3D
Varios de los refugios de Pamplona se encuentran en el campus de la Universidad de Navarra. Al ser una especie migratoria, la capital navarra se convierte en una localización estratégica esencial para la supervivencia del nóculo mediano.
La recién graduada ha basado su diseño en los diferentes estudios que se han llevado a cabo sobre la especie y en las distintas cajas nido comerciales: “Me resultó complicado tener en cuenta todos los requisitos necesarios que debía cumplir el refugio para que pudiese llegar a ser eficaz y, al mismo tiempo, desarrollar un producto que fuese estéticamente apropiado. Aun así, ajustando el diseño y haciendo diferentes pruebas y consultas a mis tutores, logré integrarlos hasta llegar al diseño de Bao”.
Durante su investigación, Ariane descubrió que los nóctulos medianos suelen ocupar nidos abandonados de pájaros carpinteros, por lo que el diseño de Bao trata de imitar su forma y condiciones. Por eso, además de simular la forma de un murciélago colgado boca abajo, el producto dispone de dos zonas para diferentes fases de la vida de los nóctulos medianos: “El huevo es una zona de apareamiento e hibernación (otoño-invierno) y las alas que se apoyan encima habilitan un espacio para épocas altas de caza (primavera-verano). Todo el interior y zona de aterrizaje disponen de superficies rugosas para que los nóctulos puedan desplazarse con facilidad”, explica la recién graduada.
Las piezas están fabricadas con impresión 3D y las placas interiores de corcho, mediante corte láser. “Estas tecnologías permiten que la fabricación sea descentralizada, de forma que el producto pueda acompañar y proteger al murciélago a lo largo de todo su recorrido de migración. Alentar a instalarlo podría acercar los murciélagos a la sociedad, contrarrestando los prejuicios y educando sobre su inofensividad y labor crucial en el equilibrio del ecosistema”, asegura Ariane.