Asimismo, se ha defendido que «no es xenofobia exigir seguridad», ni «intolerancia reclamar que se respeten las calles, las casas y la vida de los vecinos»
“La presión vecinal no desaparece, y la convivencia en Marcilla sigue en riesgo. Ya no basta con intenciones: necesitamos hechos”, declara la alcaldesa
Los hechos se sucedieron en octubre del año pasado en la AP15, al ser interceptados por una patrulla de Tafalla en un vehículo cuyo titular carecía de carné.
Un conductor, con una tasa de alcoholemia cuatro veces superior al límite, fue sorprendido a 172 km/h en Marcilla. Se enfrenta a 400 € de multa y 4 puntos menos