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El Parlamento de Navarra muestra su respaldo a la propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales

La iniciativa de Contigo-Zurekin subraya la negativa de la patronal a formalizar el acuerdo, que define como un mencanismo de solidaridad y justicia social llam

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  • Un momento de la sesión plenaria

El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy, con los votos a favor de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, la abstención de UPN y los votos en contra de PPN y Vox, una resolución por la que la Cámara “respalda la propuesta del Ministerio de Trabajo y Economía Social de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales”.

La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, a su vez, se emplaza al “conjunto de los agentes sociales de nuestro país a que se comprometan con un modelo productivo que tenga como objetivo la mejora del empleo y de las condiciones laborales de todas las personas trabajadoras, alcanzando de manera urgente un acuerdo tripartito de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales”.

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se exhorta al Ejecutivo Foral a “impulsar ayudas destinadas a empresas que vayan a avanzar con mayor intensidad en la reducción de la jornada laboral y la mejora de la productividad”, es decir, más allá de lo que se estipule “en el acuerdo marco estatal”.

El PPN ha presentado una enmienda de sustitución, no aceptada por Contigo-Zurekin, titular de la iniciativa, en el sentido de “defender el diálogo social entre representantes de los trabajadores y empresarios como instrumento básico de negociación de las condiciones de trabajo, entre las que se incluyen la jornada laboral”. Además, se planteaba que “todas las medidas que se puedan tomar en materia de trabajo atiendan a la perspectiva de la productividad laboral, la empleabilidad y las condiciones de trabajo”.

En la exposición de motivos, la resolución impulsada por el G.P. Contigo-Zurekinpone en evidencia la “negativa de la patronal” a formalizar el acuerdo para la reducción de la jornada laboral, una cuestión de “justicia social” que viene avalada por el “aumento de los beneficios empresariales” derivados del “incremento de la productividad” impulsado por la “transición digital y ecológica”.

En ese marco y a propósito de las ganancias adicionales imputables al nuevo modelo que se pretende instaurar con la implantación de las 37,5 horas semanales, el proponente habla de “impactos positivos en la salud física y mental” de las personas trabajadoras, así como de avances a nivel “igualdad de género” (conciliación corresponsable) y “medio ambiente” (menos desplazamientos, menos contaminación), sin obviar una más que probable “reducción de las tasas de absentismo y bajas por enfermedad, debido a la creación de “empleo de más calidad”.

 

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