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Todo lo que no se sabe sobre la eyaculación precoz

¿Sabíais que hasta mediados del siglo XX la eyaculación precoz era percibida como algo que estaba destinado solo a los superhombres? De esto y de cómo acabar con la eyaculación precoz os hablamos aquí. Actuamos […]

¿Sabíais que hasta mediados del siglo XX la eyaculación precoz era percibida como algo que estaba destinado solo a los superhombres? De esto y de cómo acabar con la eyaculación precoz os hablamos aquí.

Actuamos para complacer lo que creemos que se espera de nosotros en casi todos los ámbitos de la vida, y esto es algo que sabemos bien y que ocurre también con la sexualidad.

Mientras los médicos catalogan la eyaculación precoz como una disfunción sexual, a mediados del pasado siglo los eyaculadores precoces eran vistos como súper hombres.

Esto se deduce del informe Kinsey aparecido en 1948 donde se estudiaba la vida sexual de los varones y la respuesta fisiológica rápida de los individuos con eyaculación precoz era vista como la respuesta fisiológica más adecuada, ya que venía a hacer su función, la de crear vida de un modo rápido y eficaz.

Pasados los años los sexólogos empezaron a dar importancia al coito en sí y al placer de las mujeres en él, y el punto de inflexión de esta nueva filosofía fue la edición del Informe Hunt en EEUU y su expansión por todo el mundo, en el que se ponía por primera vez el énfasis en la necesidad de dar placer a la mujer.

Los hombres que sufren eyaculación precoz tienen problemas con sus parejas

Hoy vivimos en una sociedad coito céntrica y los hombres que sufren eyaculación precoz tienen serios problemas con sus parejas y también con su propia autoestima, porque este hecho les hace estar inseguros y hasta auto considerarse menos hombres, lo que hace que se disparen todas las alarmas en ellos.

Los más sensatos van a pedir ayuda psicológica, no sin antes haber acudido a un médico que haya descartado todo problema fisiológico, y los más inseguros se andarán por las ramas y tratarán de capear el temporal como puedan.

Los tratamientos naturales para la eyaculación precoz pueden servirles a estos hombres, que deberán dejar de lado los malos hábitos como beber alcohol, tomar drogas y fumar y deberán pasar a llevar a cabo una dieta saludable, además de hacer deporte como parte de su rutina diaria. Una vez diseñada la base de acción, si tienen pareja, deberán confiarle a ella sus problemas.

Pueden probar con pastillas, hipnosis y demás métodos de autocontrol, pero no se debe esperar que la eyaculación precoz desaparezca de golpe. Los fármacos si pueden detenerla pero entonces hay que ver si vale la pena correr el riesgo de los múltiples efectos secundarios de estos.

Falsos mitos y creencias: el rendimiento sexual está por encima de la calidad del sexo

Muchos hombres no pueden dejar de reproducir la ansiedad que tuvieron en sus primeras relaciones con el sexo en cada encuentro sexual o bien se niegan a sí mismos el placer de disfrutar del sexo de una manera inconsciente, pero también hay casos que deben resolver los urólogos antes que los psicólogos.

Lo que nunca tiene que llegar a suceder es que el acto sexual se convierta en una prueba de evaluación por parte de las parejas de los hombres con eyaculación precoz, ya que esto no hará más que sumar nervios a los que la sufren.

Los factores sociales son variables y muchas veces la sexualidad se enmarca en falsos mitos y creencias, como que el rendimiento sexual está por encima de la calidad del sexo, que para mantener buen sexo un hombre debe estar permanentemente erecto o que no hay buen acto sexual sin penetración.

En la sociedad de la falocracia a los hombres se les exigen unos mínimos en la cama que pueden terminar por agobiar.

¿Que pueden hacer los hombres que tienen eyaculación precoz?

En primer lugar cambiar los verbos al expresarse para cambiar la forma de dirigirse a su problema y cuando hablen de que tienen eyaculación precoz no digan que la “sufren”.

Puede parecer una tontería, pero es un paso para tomar el toro por los cuernos sin necesidad de destruirse a uno mismo.

A partir de ahí, cada individuo decidirá si llevar a cabo ejercicios de autocontrol, ponerse en mano de profesionales de la psique o llevar a cabo tratamientos naturales, pero que en ningún caso esto sea fruto de la desesperación, sino los primeros pasos de un camino para poder llegar a disfrutar mucho más de las relaciones sexuales y hacer disfrutar a sus parejas.

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