Desde hoy se lleva a cabo en el Hospital Universitario San Pedro una novedosa experiencia, un proyecto denominado SERISCAN, que consiste en la posibilidad de que los pacientes ingresados puedan recibir la visita de su mascota (inicialmente se limita a perros de compañía) en un aula que se ha habilitado al efecto en el vestíbulo del salón de actos del Hospital.
La consejera de salud, Maria Somalo, acompañada por directivos del SERIS en la presentación de la sala, ha manifestado que “los expertos y la experiencia coinciden en que recibir la visita de la mascota en el hospital puede ser muy positivo”. “La humanización en asistencia sanitaria significa atención centrada en la persona”, ha destacado la consejera que también ha asegurado que ”los factores emocionales son muy importantes para vencer muchas situaciones clínicas, y la visita de una mascota aporta ganas de superar la situación clínica en la que se encuentran los pacientes”.
El Servicio Riojano de Salud apuesta por promover estas iniciativas, alineadas con el Plan Estratégico del SERIS para fomentar la humanización en el Sistema Público de Salud de La Rioja, que redundan positivamente en el paciente, teniendo en cuenta que un ingreso en un hospital es una situación que genera ansiedad hostil y, además, lo importante que es una mascota para un gran porcentaje, cada día más creciente, de la población.
La sala SERISCAN, en donde se realizarán los encuentros entre pacientes y mascotas, se encuentra dentro del recinto hospitalario, pero en una zona no asistencial, con acceso directo por la calle. Consta de 30 metros cuadrados, correcta ventilación natural y climatización y superficies y mobiliario adecuado para su limpieza y desinfección. Dispone de dos colchonetas impermeables en el suelo, sillas, bebedero, perchas, proyector audiovisual, armario auxiliar y teléfono. Posee indicadores de acceso, cartel roll up y decoración apropiada para hacer de esta sala un entorno agradable y cómodo.
En esta iniciativa del Hospital San Pedro han colaborado grupo EULEN y Grupo Pancorbo.
Procedimiento
De esta forma se ha establecido el siguiente circuito para hacerlo viable: siempre será el médico responsable quien valore y decida si es posible la visita de la mascota. El médico tendrá en cuenta cada caso de forma individualizada y decidirá si es posible, si no está contraindicado desde el punto de vista de salud y si esta experiencia es conveniente y positiva para cada paciente.
Para ello tendrá en cuenta varios factores como la capacidad física para estar en la sala y completar el traslado hasta ella, el trabajo y la dinámica de la planta donde está ingresado, la disponibilidad de la sala, el bienestar del perro, el beneficio real, etc.
Si la valoración es positiva finalmente, le facilitará la documentación necesaria para tramitar el acceso del perro y hará una recomendación en cuanto a la duración y periodicidad de las vistas.
Para poder iniciar las visitas, es preciso un informe veterinario de que la mascota cumple requisitos zoosanitarios así como de comportamiento del perro visitante.
En el servicio de Atención al Paciente, situado en el vestíbulo principal del Hospital, verificarán documentos e informes y coordinarán la visita. Durante la misma, la mascota acudirá custodiada y amarrada por el responsable de la visita y con su pañuelo identificativo en todo momento.
Finalizada la visita, el paciente saldrá acompañado por personal del Hospital. Nada más salir se quitará la bata desechable y las calzas depositándolas en un contendor específico para ello, y tras un correcto lavado de manos y de superficies corporales que hayan tenido contacto con su mascota, subirá a la habitación.
La entrada de los perros a los hospitales se permite desde hace varios años en otros países, como Estados Unidos, Australia y Canadá. En España el inicio ha sido más tardío, hasta que se dio por primera vez en el año 2009. Desde entonces varios hospitales españoles llevan a cabo proyectos de este tipo reportando experiencias muy positivas.