El Gobierno de La Rioja, a través del Instituto de Estudios Riojanos (IER), ha publicado los dos últimos números de la Revista Berceo, concretamente los 182 y 183. Esta publicación de ciencias sociales y humanidades se enfoca en sus nuevas ediciones en una miscelánea, por un lado, con los nombres propios del Alto Jubera, Francisco Enciso de Zárate, el linaje de los Manso o la sanidad riojana del siglo XVIII, entre otros; y por otro en la música riojana, con carácter monográfico.
El número 182, de carácter misceláneo, cuenta con ocho artículos, dos de los cuales se integran en la sección “Varia”. Abre el número el artículo titulado “Despoblación y pérdida patrimonial en el alto Jubera”. Es obra de Sergio Larrauri Redondo, y en él se aborda un tema de plena actualidad, el deterioro patrimonial vinculado a la despoblación de uno de los valles más desconocidos de La Rioja. Jesús Fernando Cáseda Teresa es el autor del artículo titulado “Nuevos datos sobre la biografía de Francisco de Enciso Zárate, autor de Florambel de Lucea y de Platir, a partir de diversos hallazgos documentales y de la relectura de su Diálogo de verdades”, en el que hace aportaciones fundamentales sobre uno de los más desconocidos autores de novelas de caballerías en el siglo XVI, gracias a la atribución de una nueva obra. Isabel Ilzarbe ha elaborado el artículo titulado “De linaje de Mans: Santo Domingo de Silos y el linaje de los Manso”, en el cual plantea dudas acerca de la vinculación de Santo Domingo de Silos con la familia Manso de Zúñiga. José Luis Gómez Urdáñez y Nuria Pascual Bellido, en el artículo “Médicos, cirujanos y boticarios en La Rioja a mediados del siglo XVIII”, dan a conocer la notable presencia de estos profesionales y destacan la alta tasa de asistencia médica en la región en ese período.
Daniel Aquillué Domínguez ha escrito “La Rioja durante la I Guerra Carlista a través de la historia local. Los casos de Murillo de Río Leza, Cuzcurrita de Río Tirón, Ribafrecha y Soto en Cameros, 1833-1840”, aportando nuevos datos sobre la constitución de ayuntamientos, la formación de milicias, la extensión del liberalismo y la existencia de acciones bélicas durante esa importante confrontación. Andrea Solana-Muñoz ha escrito el artículo que tiene por título “¿Patrimonio vivo? La materialidad olvidada de la trashumancia”, en el que realiza un acercamiento al estudio del paisaje de la trashumancia desde la arqueología, con el uso de metodologías no invasivas de teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG). En el apartado “Varia”, la revista incluye el trabajo de Gilberto Soriano Calvo titulado “Algunas reflexiones sobre Íñigo y Fortún López de Soria. A propósito de un artículo de D. Serafín Olcoz Yánguas”; y la transcripción de la charla entre Eduardo Gil de Muro y el escritor Miguel Delibes, de 1970, titulada “Eduardo Gil de Muro. Larga conversación con Delibes”, de Óscar Aparicio Ahedo.
La Rioja y la música
Con respecto al número 183, hay que señalar que ha sido coordinado por la musicóloga Cristina Roldán Fidalgo, y tiene carácter monográfico. Su título es “La Rioja y la música: entre lo local y lo global”. Según afirma la propia coordinadora, el número recoge “contribuciones de destacados musicólogos del panorama nacional e internacional, que evidencian el interés que ha tenido y tiene, más allá de nuestras fronteras, el estudio de la música vinculada a La Rioja”. El IER continúa apostando así por la investigación musical, materia a la que ha dedicado una nutrida colección de publicaciones y en cuyo programa de ayudas a la investigación se ha desarrollado un buen número de proyectos musicológicos.
Los artículos del número “demuestran que determinados repertorios, compositores e intérpretes vinculados a la vida musical riojana tuvieron un papel fundamental no solo en la historia de la música española, sino también europea” declara Roldán. Cuenta con un primer trabajo a cargo de la coordinadora, donde se plantea un estado de la cuestión en el que hunden sus raíces las aportaciones del monográfico. Le sucede el artículo “Francisco Garro, un compositor de Alfaro al servicio de la corte portuguesa (c.1590/1623)” firmado por la investigadora Adriana Latino, que presenta nuevos datos sobre la vida y obra de este músico prácticamente desconocido en nuestro país, pese a haber sido maestro de capilla en la Catedral de Sigüenza.
El siguiente artículo, a cargo de otra musicóloga portuguesa, Cristina Fernandes, documenta la fuente musical más completa de la ópera Ezio (1751) del compositor napolitano David Pérez que, contra todo pronóstico, no se encuentra en un gran centro urbano con tradición operística, sino en el Archivo de la Catedral de Calahorra. Después se presenta un texto de Carlos González sobre la obra Las Siete Palabras de Cristo en la Cruz (ca. 1787) de Francisco Javier García Fajer, uno de los compositores más influyentes y cosmopolitas en la segunda mitad del siglo XVIII. El siguiente trabajo, firmado por Gemma Salas, tiene como protagonista al músico riojano Pedro Pérez de Albéniz, maestro de piano nada menos que de Isabel II.
Seguidamente, la musicóloga Carolina Queipo, en el artículo “Cuartetos de cuerda en la era de la Revolución: entre el Cameros ilustrado y el mundo moderno de A Coruña y Lisboa (1789-1814)”, analiza los cambios en las prácticas musicales que se dieron en el seno de dos familias riojanas dedicadas al comercio y las finanzas, los Adalid y los Torres. Después, en “Lucrecia Arana, la musa de Manuel Fernández Caballero”, Nuria Blanco realiza un recorrido por la trayectoria de la tiple riojana, una de las cantantes de zarzuela más eminentes de finales del siglo XIX y principios del XX. Continúa el monográfico con la aportación de Teresa Cascudo y David Ferreiro sobre Miguel Salvador, eminente crítico musical riojano de publicaciones como El Globo y presidente de la Sociedad Nacional de Música. Más adelante, Lorena Munilla, en el artículo “La Sociedad de Conciertos de Logroño (1931-1935). Asociacionismo musical durante la II República en Logroño”, trata de reconstruir la historia de dicha Sociedad. Y para finalizar el número, se encuentra la aportación de Carlos Blanco centrada en la pianista y docente Estrella Sacristán, de la que apenas disponíamos datos con anterioridad a este trabajo.