El consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, y la alcaldesa de Villar de Torre, Lucía Fernández, acompañados del director general de Política Local y Lucha contra la Despoblación, Óscar León, han suscrito hoy, día 12, un convenio de colaboración por el que se establecen las bases de financiación de las obras de reurbanización de dos calles del municipio. Posteriormente, han realizado una visita a los viales que serán objeto de las obras.
Estas actuaciones cuentan con un presupuesto de ejecución de 238.210,36 euros, de los que el 90%, un total de 214.389,32 euros, serán financiados por el Gobierno de La Rioja a través de la Dirección General de Política Local y Lucha contra la Despoblación.
“Esta actuación, que va a redundar en una mejora de la calidad de vida de los vecinos de Villar de Torre, se enmarca dentro del compromiso del Gobierno de La Rioja con la lucha contra la despoblación en el medio rural”, ha subrayado Osés.
La adjudicataria del proyecto, que ha sido promovido por el Ayuntamiento de Villar de Torre y que será licitado próximamente, contará con un plazo de ejecución de cuatro meses desde la firma del acta de replanteo.
Las obras comprenden la renovación del pavimento de la calle Cantón (segunda fase), en una superficie total de 2.973,59 m2, y de la calle Alta (primera fase), ambas dentro del núcleo urbano. La nueva pavimentación será de hormigón semipulido y se colocarán franjas transversales de adoquín prefabricado de color rojo.
En ambas actuaciones, se ejecutará un caz central de hormigón prefabricado para la recogida y conducción de pluviales. Asimismo, se instalarán seis nuevos sumideros, cinco de ellos en la calle Cantón y uno en la calle Alta, para favorecer el desagüe del agua de lluvia hacia una poza de riego y también hacia el río Tuerto.
El objetivo de estas mejoras es dejar ambas calles sin resaltos y solucionar el mal estado actual del pavimento, con numerosas grietas y deterioros, que generan problemas a los viandantes.
En este caso, no ha sido necesario intervenir en la red de agua potable, que fue objeto de actuación hace unos años, ni en la red de saneamiento, ya que ambas se encuentran en buen estado y no han presentado fugas.