En una intervención contundente en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido su honorabilidad y la de su mujer, Begoña Gómez, y ha denunciado la persecución política que ha sufrido, comparándola con la que han vivido otros políticos de izquierdas y nacionalistas. "Espiaron a mi familia desde el primer momento. Exactamente igual que hicieron con muchos otros políticos de izquierdas y políticos nacionalistas con la mal llamada policía patriótica," afirmó Sánchez.
Sánchez hizo referencia a un caso reciente que involucraba las ayudas recibidas por una importante aerolínea española tras la pandemia. Aclaró que el juez de la Audiencia Nacional, que investiga el caso, ha señalado en dos ocasiones que las acusaciones se basan en "una serie de bulos sin contrastar," y que no hay motivos suficientes ni siquiera para aceptar a su esposa como testigo.
El presidente también abordó otro supuesto caso de tráfico de influencias relacionado con la firma de una delegación de interés por parte de una institución educativa. En este contexto, explicó que dicha delegación no fue tenida en cuenta en la valoración de un concurso junto a más de treinta empresas e instituciones, incluyendo el Ayuntamiento de Madrid. "La Oficina de Conflicto de Intereses ha contestado ya en dos ocasiones," subrayó Sánchez, añadiendo que sería "muy injusto comparar a personas inocentes con quienes sí han realizado prácticas corruptas."
Dirigiéndose directamente a sus oponentes políticos, Sánchez expresó su disposición a comparecer. "Señor Feijóo, señor Abascal, encantados de comparecer," dijo, instando a centrarse en los temas importantes que enfrenta España y Europa.
Sánchez destacó los desafíos geopolíticos, mencionando "el imperialismo de Putin" y "la espiral de violencia que sufre Palestina y que desestabiliza Oriente Medio," sin olvidar "el riesgo de colapso en el Sahel." Además, señaló los desafíos económicos relacionados con el uso de la tecnología y la inteligencia artificial, y la competencia internacional en diversos sectores. También enfatizó la importancia de enfrentar los desafíos medioambientales, como la mitigación y adaptación al cambio climático, y los desafíos sociales, como el acceso a la vivienda, particularmente para los jóvenes.
En un mensaje dirigido a la oposición, Sánchez criticó el tono agresivo y los insulto de Feijóo, recordando que un político moderado y buen gestor dijo que iba a venir a España "a ganar a Sánchez y no insultarle," pero terminó insultándolo. Concluyó su intervención señalando que "se ha roto también la policía patriótica que durante años corrompió y ensució la política de este país."
