Las puertas correderas automáticas son comunes en edificios comerciales y residenciales por su comodidad, seguridad y eficiencia. Utilizan tecnología avanzada para permitir el paso sin intervención manual.
Existen diferentes sistemas de control, como sensores, tarjetas de acceso, biometría, control remoto y aplicaciones móviles, cada uno con funciones específicas que ofrecen ventajas en términos de seguridad y conveniencia. Esta guía explora los tipos de sistemas de control disponibles, sus características y aplicaciones.
Control por sensores
Según MetalBlinds, el control por sensores es uno de los sistemas más comunes para las puertas correderas automáticas, que funcionan con motores para puertas correderas. Estos motores están diseñados para gestionar el movimiento de las puertas de forma eficiente, activados por tecnologías como sensores infrarrojos, ultrasónicos o de movimiento, que detectan la presencia de personas o vehículos cerca de la puerta, abriéndola o cerrándola de manera automática. Los sensores se instalan en la parte superior o lateral de la puerta, permitiendo detectar la proximidad a una distancia determinada.
Los sensores infrarrojos detectan el calor corporal o la luz reflejada por los objetos cercanos, lo que facilita la apertura sin contacto físico, ideal en entornos públicos. Los sensores ultrasónicos emiten ondas sonoras de alta frecuencia que miden el tiempo que tardan en rebotar, lo que permite identificar la presencia de personas o vehículos. Los sensores de movimiento, por su parte, capturan cambios en el campo electromagnético o utilizan cámaras de video para detectar movimiento.
Este sistema es muy útil en lugares donde la puerta necesita abrirse automáticamente dependiendo de la proximidad de una persona o vehículo, proporcionando comodidad y eficiencia. Los motores para puertas correderas, al integrarse con estos sistemas, contribuyen a una mayor eficiencia energética, ya que ayudan a evitar la apertura innecesaria de la puerta. Los sistemas de control por sensores, junto con los motores adecuados, mejoran la seguridad, la comodidad y la eficiencia en diversos entornos.
Sistema de control por huella
El sistema de control por huella dactilar o biometría es una opción avanzada para las puertas correderas automáticas, que utiliza la autenticación a través de la huella dactilar para permitir el acceso. Este sistema se basa en el reconocimiento único de las características de las huellas digitales de cada individuo, lo que lo convierte en una opción altamente segura, ya que no puede ser replicado fácilmente. Los lectores de huellas dactilares escanean y almacenan una plantilla digital de la huella, comparándola con las plantillas previamente registradas en la base de datos para verificar la identidad.
Este tipo de sistema es ideal para lugares donde la seguridad es fundamental, como oficinas, instalaciones gubernamentales o edificios comerciales. Ofrece una solución sin contacto, lo que es más higiénico y conveniente para los usuarios.
Como nos informan los expertos de MetalBlinds, los sistemas biométricos permiten un control de acceso preciso y eficiente, reduciendo el riesgo de acceso no autorizado. Aunque la instalación de estos sistemas puede ser más costosa en comparación con otros métodos, su alta seguridad y comodidad lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan un control de acceso avanzado y confiable. Estos sistemas también pueden integrarse con otros sistemas de seguridad, como alarmas y cámaras de vigilancia.
Sistema de control de tarjetas
Actualmente también se están usando códigos de acceso. Lo incluimos en un mismo bloque porque al final viene siendo lo mismo. Es un sistema que suele acompañar a las puertas que se instalan en las oficinas, pero también tienen una alta presencia en industrias y otros lugares de acceso restringido. Incluso actualmente se están poniendo de moda en los hoteles.
El funcionamiento es realmente sencillo, solo hay que poner la tarjeta sobre el lector o incluir el código y en ese momento la puerta corredera se abre. Eso demuestra que es un sistema muy práctico, independientemente de si se opta por la tarjeta de proximidad o con un código.
Dependiendo del nivel de seguridad del acceso, los códigos pueden ser más o menos complejos. Incluso hay sistemas que usan los dos sistemas para conseguir que la seguridad sea superior. Y por si eso fuese poco, los códigos como las tarjetas se pueden personalizar con facilidad, al igual que se pueden cambiar los códigos. Así el resultado será fácil.
Sistema de control con apps
El sistema de control a través de aplicaciones móviles es una opción moderna y conveniente para las puertas correderas automáticas. Este sistema permite a los usuarios controlar la apertura y cierre de la puerta desde sus teléfonos inteligentes mediante una aplicación específica. La conexión puede realizarse a través de Wi-Fi, Bluetooth o incluso redes móviles, lo que ofrece flexibilidad para operar la puerta desde cualquier lugar, ya sea dentro o fuera del edificio.
Las aplicaciones móviles permiten configurar y personalizar el funcionamiento de la puerta, como programar horarios de apertura, recibir alertas de actividad o controlar el acceso remoto. Pueden incluir características de seguridad adicionales, como la verificación de usuario mediante códigos o autenticación biométrica.
Este sistema es ideal para personas que buscan comodidad y control en tiempo real. Aunque requiere una instalación técnica más avanzada, su facilidad de uso y la posibilidad de gestionar múltiples puertas desde una única aplicación lo convierten en una opción atractiva para viviendas, oficinas y edificios comerciales. La integración con otros dispositivos inteligentes también facilita la creación de un ecosistema de seguridad conectado.
Sistema de control remoto
El sistema de control remoto para puertas correderas automáticas permite abrir y cerrar la puerta a distancia mediante transmisores de radiofrecuencia (RF). Al presionar un botón en el control remoto, la señal enviada al receptor de la puerta activa su apertura o cierre.
Este sistema es fácil de usar y común en entornos residenciales y comerciales, especialmente en garajes o entradas privadas. Aunque es muy práctico, su desventaja es que la puerta puede abrirse accidentalmente si el control se activa sin intención. Ofrece una apertura rápida y sin necesidad de intervención física.