El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, compareció este lunes en la sede federal de Ferraz para hacer frente a la crisis interna que sacude al partido tras las últimas dimisiones vinculadas al «caso Koldo». En una intervención de marcado tono institucional, Sánchez rechazó de plano cualquier implicación del PSOE en una posible financiación irregular y defendió la transparencia de su formación.
«No hay ninguna derivación, ningún señalamiento de una supuesta financiación irregular del Partido Socialista», subrayó el líder socialista, aludiendo al reciente informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Sánchez aseguró que el PSOE es el único partido que, además del control del Tribunal de Cuentas, se somete voluntariamente a auditorías externas independientes. La última, dijo, certifica de manera «tajante» la fidelidad del estado de cuentas.
Transparencia como bandera
«El Partido Socialista Obrero Español es una organización limpia, limpia», proclamó Sánchez, quien insistió en que el partido actuará con contundencia ante cualquier indicio de corrupción, «por muy dolorosa que sea». Aseguró que el PSOE no será cómplice de encubrimientos: «No vamos a tapar la corrupción que surja en nuestras filas».
Entre las medidas adoptadas por la Ejecutiva Federal, Sánchez detalló la expulsión definitiva del exministro José Luis Ábalos tras concluir el expediente disciplinario, así como la dimisión y baja voluntaria como militante del hasta ahora secretario de Organización, Santos Cerdán, que dejará el cargo el 5 de julio.
Mientras tanto, la Secretaría de Organización quedará en manos de una dirección colegiada formada por Cristina Narbona, Borja Cabezón, Montse Mínguez y Ana Fuentes. Además, se realizará una nueva auditoría externa e independiente sobre las cuentas del partido.
Democracia interna y sin adelanto electoral
Sánchez puso en valor el debate interno del PSOE, destacando que la Ejecutiva celebrada este lunes se prolongó durante más de cinco horas: «Eso demuestra algo muy importante, que también ocurrirá en el próximo Comité Federal». Aseguró que las críticas son bienvenidas y que el PSOE es una organización con una «sólida democracia interna».
Preguntado por un posible adelanto electoral o sobre el solapamiento con las elecciones municipales de dentro de dos años, el presidente fue tajante: «No va a haber un súper domingo electoral. Nunca lo ha habido desde que soy presidente del Gobierno. No tiene que haber duda en eso». Sobre su continuidad, reconoció haber barajado todas las opciones, pero insistió en que sus decisiones siempre se toman «pensando en el interés del país y del partido».
Compromiso con la agenda social y contra la corrupción
Antes de concluir, Pedro Sánchez recordó que comparecerá próximamente en el Congreso de los Diputados y pidió la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre el «caso Koldo». Reiteró que la justicia debe depurar responsabilidades, pero pidió no extender las culpas al conjunto del partido ni desviar el foco de la acción de Gobierno.
«Vamos a actuar como estamos actuando, como la oposición no actúa», sentenció. Y remató con un mensaje claro: «La supuesta corrupción de unos pocos tendrá que sustanciarse en los juzgados. No debe poner en peligro ni el rumbo del país ni la integridad de la administración pública».