Los andamios permiten realizar un trabajo seguro y respetuoso con los edificios más delicados de los centros de las ciudades
Los cascos antiguos de las ciudades se benefician del uso de andamios para rehabilitar las fachadas de los edificios históricos más delicados. Estos espacios suelen contar con una normativa muy estricta con respecto a los tipos de actuaciones que se pueden realizar y maquinaria que puede colocarse. Elementos como grúas o vehículos de cualquier clase no son adecuados para estos trabajos. Por eso los andamios se convierten en indispensables a la hora de recuperar las fachadas de determinados edificios.
Empresas como Termiser ofrecen venta y alquiler de andamios de todo tipo. Para aportar soluciones a medida de todas las necesidades. Tanto en la modalidad de venta como en alquiler, los andamios garantizan cualquier trabajo en altura con seguridad. Y, además, son elementos que se pueden instalar en cualquier edificio sin dañar su estructura o modificar su estética más allá de algo temporal.
Por qué rehabilitar edificios históricos
El paso del tiempo no resulta indiferente a los edificios históricos a pesar de sus características y belleza. En caso de que no se lleve a cabo un proceso de restauración y mantenimiento de estas construcciones, es posible que lleguen a sufrir problemas graves que pueden desembocar incluso en su desaparición. De ahí la importancia de recuperar estos edificios tanto a nivel interior como exterior.
Las fachadas son las partes más expuestas a las inclemencias de la climatología y a otros factores externos. Por eso son también las que más cuidados necesitan. Para realizar un trabajo adecuado y en profundidad, será necesario llegar a cada centímetro de la fachada y a cada rincón. Algo que solo se puede garantizar mediante la instalación de un andamio de las proporciones adecuadas para trabajar a la altura del edificio.
Diferencias entre la venta y alquiler de andamios
A la hora de rehabilitar la fachada de un edificio, es importante definir si el andamio se tendrá en propiedad o en alquiler. La diferencia radica sobre todo en el apartado temporal y en si compensa o no adquirir el producto.
La principal ventaja de comprar un andamio es que la empresa lo tendrá disponible siempre que lo requiera. Y que los plazos de tiempo para ejecutar un trabajo dependerán en exclusiva de la propia empresa. Como inconveniente, al disponer de un andamio en propiedad también será la empresa quien deba hacerse cargo de su transporte, montaje y desinstalación.
Por su parte, el alquiler tiene la clara ventaja de una inversión mucho menor para poder utilizarlo. Y que será la empresa que ofrece el alquiler la encargada de su montaje, desmontaje y traslado de un lugar a otro. Como contra, en este caso los términos del contrato implicarán un tiempo de trabajo que deberá cumplirse. Pero sin duda es la opción más rentable para trabajos puntuales que requieran de un elemento seguro para trabajar en altura.
Fuente Comunicae