Vecinos de los sectores 5 y 6 de la Cañada Real han rechazado «de forma rotunda» el plan del Ayuntamiento de Madrid de traslado de parte de su población a una antigua fábrica de muebles y al polideportivo Cerro Almodóvar, «una propuesta que nadie les ha consultado y que muestra la nula voluntad del Consistorio a encontrar una solución a su problema de falta de suministro eléctrico».
En un comunicado, las asociaciones vecinales Al Shorock-Amanecer y la asociación vecinal del Sector V, entidades culturales Tabadol y Amal y la Comisión de la Luz del Sector VI se quejan de que «deciden sobre nosotros como si fuésemos mercancía, sin contar con nuestros derechos y sobre todo como si no fuésemos dignos de poder decidir».
Después de llevar más de tres meses seguidos sin luz, lamentan que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, «no se haya reunido aún con ellas para buscar una salida a este grave problema, y sin embargo sugiera ahora una mudanza que nunca han solicitado».
«Creemos que trasladar a los niños pequeños supondría emocionalmente y psicológicamente un traslado forzoso; alejarles de su hogar no es la solución, sentir la expulsión de sus camas, baños, sus muñecos, en definitiva, del lugar dónde las personas nos sentimos más protegidas, para trasladarles a un lugar desconocido, no tiene fundamento, pues tenemos hogares», aclaran en su comunicado, antes de exigir, una vez más, el restablecimiento inmediato del suministro eléctrico.
En el comunicado, las entidades vecinales resaltan que las personas que viven en Cañada «son familias trabajadoras compuestas en su mayoría por menores, adolescentes, así como personas ancianas y que durante muchos años se han dotado de recursos básicos que necesita un hogar».
«Creemos que trasladar a los niños pequeños supondría emocionalmente y psicológicamente un traslado forzoso; alejarles de su hogar no es la solución, sentir la expulsión de sus camas, baños, sus muñecos, en definitiva, del lugar dónde las personas nos sentimos más protegidas, para trasladarles a un lugar desconocido, no tiene fundamento, pues tenemos hogares», consideran.
«Creemos que se nos está dando un tratamiento indigno y que deciden sobre nosotros como si fuésemos mercancía, sin contar con nuestros derechos y sobre todo como si no fuésemos dignos de poder decidir. Basta de clasificarnos como vulnerables, cualquier hogar y sus componentes después de tres meses sin luz estaría en el mismo estado que nosotros», han proseguido.
En la misma línea, las asociaciones de la Cañada piden a las administraciones que «dejen de criminalizarles». «No se puede consentir que nos insulten y castiguen de esta manera vulnerando todos nuestros derechos, de educación, salud y nos avoquen a una situación incompatible con la vida. Que los niños comienzan los colegios el 11 de enero, que son colegios cercanos a nuestro barrio y acuden andando. Que no estamos dispuestos a abandonar a nuestras mascotas, pues forman parte de nuestra familia», apuntan.
Y además, recuerdan que los albergues de Madrid y casas deben utilizarse para las personas que viven «en la calle, pues son muchas, y las listas de espera para poder dormir son vergonzosas e insuficientes». Por tanto, aseguran que no se van a mover de sus casas e insisten que lo que quieren es que vuelva la luz a sus casas.