Las personas están muy familiarizadas con las pecas y lunares, ya que estas pigmentaciones son muy comunes en los humanos. Aunque al hablar de estos términos se suele pensar exclusivamente en la piel, en realidad existen formas muy particulares de pecas que no se localizan en la superficie cutánea, sino en los ojos. Eyecos, una clínica oftalmológica especializada en el cambio de color de los ojos, explica que las pecas en los ojos son conocidas en la literatura médica como nevus oculares y producen debido a la agrupación de melanocitos. Estas células son las responsables de producir el pigmento que da color a la piel, el cabello y el iris del ojo. Sin embargo, en ocasiones en lugar de distribuirse de manera pareja, las células se mantienen unidas en un punto específico, formando los lunares, pecas y, en este caso concreto, los nevus oculares.
Pecas en los ojos
Eyecos explica que las pecas de ojos pueden aparecer a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que estas manchas estén presentes desde el nacimiento. A menudo también se desarrollan antes de los 20 años de edad. Respecto a la ubicación de los nevus, es importante aclarar que pueden aparecer en diversas partes del ojo, incluyendo el iris, la esclerótica e incluso detrás de la retina. En cualquiera de los casos, normalmente, los lunares oculares suelen ser benignos y no representan ningún riesgo para la salud de la vista del paciente. Es fundamental ser consciente de que, al igual que con los lunares de la piel, los nevus pueden llegar a convertirse en melanoma. Por esta razón, aunque no hay necesidad de alarmarse, sí es importante hacer un seguimiento periódico de dichas pigmentaciones para atender cualquier irregularidad de forma temprana.
Precauciones ante la aparición de un nevus ocular
Los nevus oculares están presentes desde el nacimiento. Sin embargo, cuando este tipo de pecas aparecen más tarde pueden ocasionar una gran preocupación en las personas, causándoles ansiedad ante la idea de que puede tratarse de un problema grave. Eyecos explica que si bien, normalmente, no hay de qué preocuparse, es conveniente tomar algunas precauciones que implican acudir con un oftalmólogo para que examine el nevus de manera profesional. Asimismo, el propio paciente puede hacer un seguimiento de la peca, para verificar que se mantenga igual en cuanto a forma, tamaño y color. En el caso de que se observe un cambio, es necesario solicitar asistencia oftalmológica de inmediato para determinar si se trata de un melanoma. Ante tal diagnóstico puede aplicarse un tratamiento de radioterapia de placa o una cirugía de extirpación, según lo que el profesional considere más adecuado. Es importante añadir la recomendación de utilizar gafas oscuras en espacios al aire libre porque los melanocitos son muy sensibles a la luz ultraviolenta.