El vino es una de las bebidas espirituosas más apetecidas en España y, para muchas personas, su consumo representa todo un ritual gastronómico. Sin embargo, su producción puede generar un significativo impacto ambiental al planeta, que contribuye a la explotación excesiva de los recursos naturales.
Ante esta situación, cada vez hay más productores enfocados en la viticultura ecológica, mediante prácticas de cultivo y fabricación sostenibles para el medioambiente. Entre ellos, uno de los más destacados es Bodegas Vegalfaro, una empresa que combina responsabilidad ambiental con la calidad, tradición y sabor en sus bebidas.
Calidad y sostenibilidad que convergen en vinos con denominación de origen
Bodegas Vegalfaro es una empresa familiar fundada en 1999, que se caracteriza por el toque diferenciador y personal de sus vinos y cavas. Sus diferentes ejemplares en estas bebidas tienen una denominación de origen, cuya elaboración combina técnicas tradicionales con innovaciones de vanguardia, lo que dan paso a un sabor único en cada copa.
Esta identidad en sus bebidas se complementa con un cuidadoso modelo de viticultura ecológica, que obedece estrictos parámetros de sostenibilidad en cada fase de su elaboración. El cultivo de sus materias primas lleva un estricto cuidado de la salud del viñedo y sus suelos, de modo que la biodiversidad del entorno no se vea afectada por la producción del vino. Al mismo tiempo, el uso de electricidad en sus instalaciones se basa en paneles solares, lo que permite alimentar los sistemas de riego con energía limpia.
Otro aspecto a destacar en sus prácticas ecológicas es la aplicación de principios de la biodinámica en sus cultivos. Esto incluye la plantación de especies como manzanilla, ortigas y leguminosas, con el fin de nutrir los suelos y obtener en ellos la microfauna deseada. Además, emplean depredadores naturales para el control de plagas en sus cosechas, como ácaros, arañas o abejas que se comen a otros insectos causantes de enfermedades en las plantas. De este modo, evitan el uso de pesticidas o agentes químicos que afectan a los frutos y al ecosistema en general.
¿Por qué apostar por la viticultura ecológica?
El consumo de vinos ambientalmente sostenibles aporta múltiples beneficios en diversos frentes. Por una parte, este tipo de bebidas no solo resulta más amigable para el medioambiente y la fauna local, sino también más saludable para los consumidores, ya que no contienen restos de pesticidas o químicos agrotóxicos nocivos para el organismo. Al mismo tiempo, estas técnicas de elaboración derivan en una mayor concentración de polifenoles, una serie de moléculas antioxidantes que aportan varias propiedades benéficas al cuerpo.
Por otro lado, el modelo productivo de la viticultura ecológica genera plazas de trabajo para agricultores y artesanos de los alrededores. Esto favorece el crecimiento de la economía local y el desarrollo de las comunidades rurales. Un claro ejemplo de todos estos beneficios se encuentra en Bodegas Vegalfaro, una marca con sabores únicos que, al mismo tiempo, se rige por los estrictos estándares de agricultura sostenible establecidos por la Unión Europea.