La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó su asistencia al acto por el 47º aniversario de la Constitución en el Congreso para defender, por un lado, el espíritu de unión que hizo posible el consenso de 1978 y, por otro, para responder de forma directa a la polémica abierta en torno al Hospital de Torrejón de Ardoz.
Ayuso reivindicó el “orgullo” de una España que, hace casi cinco décadas, fue capaz de dejar a un lado procedencias, diferencias e ideologías para “seguir caminando juntos” y construir un país “sin sospechas ni rencores”, basado en la pluralidad y el acuerdo. Frente a ese espíritu, lamentó “la España que se está fabricando desde hace algún tiempo”, marcada —dijo— por la división, la desconfianza y una dinámica en la que “quien redacte, legisle, juzgue u opine será, de partida, sospechoso o culpable”. Una deriva que calificó de “perniciosa y muy peligrosa”, capaz de conducir a “los peores episodios de nuestra historia”.
En ese contexto, la presidenta madrileña enlazó con la controversia generada esta semana sobre el Hospital de Torrejón, tras las informaciones que apuntaban a posibles prácticas irregulares. Ayuso acusó al Gobierno central y al propio presidente Pedro Sánchez de “promover” un clima que, a su juicio, pone en tela de juicio al sistema sanitario madrileño y a los profesionales del centro. Y negó de plano las acusaciones sobre el supuesto uso de material reutilizado entre pacientes: “Si eso fuera cierto, implicaría negligencia de los enfermeros y del personal sanitario, y eso no lo voy a asumir”.
Para respaldar su defensa, la presidenta detalló que el Gobierno regional ha abierto “una nueva inspección” en el hospital, que se suma a las “40 inspecciones anuales” que ya recibe el centro. “Y vamos a seguir incrementándolas, porque no lo queremos dejar aquí”, afirmó. Según explicó, los datos preliminares de esta nueva revisión reflejan que el Hospital de Torrejón obtiene una valoración media de 8,6 sobre 10 por parte de sus pacientes. Ayuso invitó además a “comparar los datos de espera” del centro con los de hospitales de otras regiones, recalcando que en Torrejón se ha reforzado la plantilla, se ha incrementado la actividad y no constaban quejas previas.
Con ese argumento, insistió en que no puede utilizarse esta polémica “para poner en cuestión a todo el sistema sanitario” madrileño ni para “sembrar dudas” sobre los profesionales del hospital. Según Ayuso, antes de “negar, insultar o arremeter”, deberían ser los medios quienes “hicieran el trabajo” de contrastar datos y evitar contribuir a la escalada de sospechas.
Así, la presidenta combinó su defensa del legado constitucional con un mensaje firme en apoyo al hospital y a su plantilla, en un clima político que consideró cada vez más dominado por los bandos y el agravio.






