El Gobierno de Concha Andreu continúa demostrando su firme compromiso con el Hospital de Calahorra con la importante renovación tecnológica de sus instalaciones actuales de diagnóstico por imagen. Esta mañana, la consejera de Salud, María Somalo ha visitado, junto con la gerente del centro, Isabel Muñoz, las obras de mejora que se están llevando a cabo en radiología, que cuentan con un presupuesto superior a los 250.000 euros.
Junto a la consejera, han participado en la visita la concejala de Salud del Ayuntamiento de Calahorra, Pilar Bazo; la gerente del Hospital de Calahorra, Isabel Muñoz; la directora de Enfermería, Noelia Vicente, y la directora cédica, Belén Pérez, junto con Jesús Castiella, coordinador de la unidad de medicina y especialidades médicas, entre las que se encuentra radiología, junto con Victoria López, coordinadora de enfermería de consultas externas y radiología, el ingeniero del Hospital de Calahorra que supervisa directamente este proyecto, Rodrigo González, y el resto de profesionales que componen el servicio.
María Somalo ha destacado que el presupuesto del Hospital de Calahorra para el año que viene casi alcanza los 47 millones de euros, “el mayor presupuesto de sus 22 años de historia dado que se incrementa un 7% con respecto a 2022 y supone un aumento del 45% con respecto a 2019, el último presupuesto del PP”. “Este año, -ha detallado la titular de Salud- los presupuestos de Hospital de Calahorra han destinado 700.000 euros a inversiones para la mejora de equipamientos e infraestructuras” y ha explicado que “ha recibido en los dos últimos ejercicios un presupuesto adicional para acometer importantes actuaciones como la sustitución del sistema de producción de frío (500.0000 euros), la reforma de las habitaciones (372.000 euros) o las dos nuevas salas de radiología (250.000 euros) que hoy visitamos”.
La consejera ha insistido en que “el compromiso del Gobierno de La Rioja con el Hospital de Calahorra se mantendrá en 2023, ya que el presupuesto que hemos aprobado nos va a permitir continuar invirtiendo en atraer y retener talento profesional y en la mejora de aspectos que impactan en la humanización, seguridad del paciente, confortabilidad y accesibilidad, así como seguir con la progresiva renovación y actualización tecnológica del equipamiento electromédico existente en el hospital, aspecto imprescindible para dotar a nuestra población de referencia de las mejores tecnologías para el diagnóstico y tratamiento, al que vamos a destinar otros 700.000 euros un año más”.
Importante renovación tecnológica de radiología
La renovación de las instalaciones actuales de diagnóstico por imagen va a permitir:
Sustituir la actual tecnología analógica por tecnología digital, totalmente informatizada e integrada en la historia clínica electrónica. Este salto tecnológico tiene importantes mejoras, la más evidente el considerable incremento de la calidad de imagen. Además, las nuevas salas de radiología reducen el tiempo de ejecución de los procesos radiológicos y no generan residuos contaminantes.
Medir de forma precisa, para cada prueba y paciente, la dosis radiológica, mejorando con ello la seguridad del paciente.
Mejorar la ergonomía y manipulación de los equipos, que hasta la fecha se realizaba de forma manual, por lo que se reducen riesgos para los trabajadores.
Las nuevas instalaciones de radiología convencional estarán totalmente operativas a lo largo del mes de noviembre y se complementan con mejoras relacionadas con la eficiencia energética y la confortabilidad de los usuarios, como la sustitución del sistema de iluminación y el nuevo panelado de las salas.
Anualmente se realizan en el Hospital de Calahorra más de 31.000 pruebas de radiología convencional. Durante la pandemia COVID-19, el diagnóstico por imagen ha sido imprescindible para identificar y hacer seguimiento de las patologías respiratorias asociadas a esta infección, estimándose que, durante los dos últimos años, más del 20% de las pruebas de radiología convencional han estado relacionadas con esta finalidad.
Para ello, el hospital de La Rioja Baja dispone de dos salas equipadas en 2001 y 2005, que permiten hacer todo tipo de pruebas tanto en posición tumbada como de pie. La obsolescencia de los equipos, derivada de su antigüedad y del alto grado de utilización, ha sido determinante para priorizar su renovación, así como el firme propósito de dotar al hospital de los mejores medios posibles para la actividad asistencial, máxime todos aquellos relacionados con la lucha contra la pandemia.
